viernes, 21 de junio de 2013

Hermano Río


Quiero llorar, como siempre que veo que te dañan de manera impune. Todos pensaríamos que, después de tanta lluvia, tu caudal estaría rebosante y fresco, preparado para afrontar el calor del verano que hoy comienza. Pero no será así porque algunos estúpidos descabezados han decidido que sale a cuenta secarte agua cuando algunos la piden para hacer dinero que nunca verás, o bien pudrirte con aguas fétidas procedentes de orígenes inmundos.

Gente sin escrúpulos, con nombres y apellidos, parece haber decidido castigarte. Y con ello, está matando mucho más que simplemente unos litros de agua. Las fotografías con bañistas parecen hoy algo de otro mundo. Ya no hay risas ni baños en tus orillas y no parece que eso vaya a cambiar ni pronto ni nunca. El olor que desprenden tus aguas se vuelve a ratos apestoso e irrespirable. No es agradable pasear a tu lado. Los peces sufren; cuando no los encontramos flotando en tus aguas por algún vertido, les vemos salir a la superficie como si buscaran oxígeno. Las vegas no se inundarán más aunque sí tenemos un nuevo paisaje en el que la tierra agrietada típica de un desierto yace en tus orillas. 

Odio a todas las personas que están haciendo posible que un río tan grande, hermoso y otrora lleno de vida se muera de manera implacable. Y es un odio bien merecido porque no respetan los tesoros naturales que son de todos y de nadie, y que ellos tratan como lo hiciera un niño mimado que destroza juguetes que no le pertenecen.

1 comentario: