sábado, 27 de octubre de 2012

San Cristóbal y la muerte súbita


Siempre me ha encantado la imagen de San Cristóbal, un gigante cruzando el río con todo el peso del mundo sobre sus hombros; protector contra la peste y el mal de ojo; patrón de barqueros, caminantes, peregrinos y arqueros. Su imagen aparecía enorme en iglesias y murallas protegiendo al que le miraba de la muerte pues quien pudiera avistarlo tenía asegurado escapar de la muerte durante todo ese día. 

Aunque si bien es cierto que aquellos que murieran después de haberlo mirado no pudieron volver para desmentir la superstición, no deja de parecerme atractiva la ocurrencia. A partir del siglo XVI a muchos les empezó a oler a pagano el cuento con el consecuente intento de hacerlos desaparecer. Pero algunos, como éste del Museo de los Concilios, han sobrevivido a dicha purga.

Y, al fin y al cabo, sea verdad o mentira lo de que San Cristóbal nos proteja de la muerte súbita, una miradita al día no hace daño, ¿no? ;) 

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